sábado, 14 de junio de 2008

Tienda "Doble Vida"

Paseando por las calles de Buenos Aires, me encontré con la tienda “Doble Vida” y entré a curiosear. Un viejo vendedor me preguntó qué andaba buscando y le dije que no estaba seguro. Advirtiendo mi ignorancia me dijo que me vendía lo que yo quisiera ser, siempre y cuando fueran dos caras de una misma moneda, una vida bifurcada. Inició entonces la fantástica exhibición de sus productos, es decir las dobles vidas que tenía almacenadas para mí.
Empezó con los clásicos y me ofreció ser el dual Dr. Jekyll y el perverso Hyde: “diversión y sufrimiento asegurados” Pero me pareció un poco anticuado…
También tenemos –me dijo- la posibilidad de partirlo al medio de un hachazo y convertirlo en el Vizconde demediado, siendo usted dividido en una mitad totalmente buena (¿le parece la derecha?) y en otra totalmente mala, para que cada una de ellas hagan las bondades y maldades que la otra parte le impide en contrapeso. Cuando usted se canse, vuelve por aquí y lo unimos. -No gracias, aborrezco ver sangre derramada, particularmente la mía...
- No se desanime, podemos ofrecerle ser Bruce Banner y el increíble Hulk, (va a gastar mucho en indumentaria); Batman y Bruno Díaz (o si lo prefiere Bruce Wayne, o tal vez quiera ser Robin también) Tenemos toda la lista de superhéroes que se esconden en una máscara por si necesita ajusticiar, perdón, hacer justicia por ahí.
-mmmmm no.- ¿cambio completo? Sea Belle de Jour y Catherine Deneuve…
- No sé si me sienta cómodo…- ¿Quiere ser John Malcovich?
Suba hasta el último piso, que ahí lo van a atender. Pero cuidado con el techo…
-Tampoco.
No tiene algo más…
- ¿normal?
- ¡Eso!
- De acuerdo. Ahí tenemos un libro con miles de políticos antes y después de ganar una elección…
- En ese caso, salgamos de la normalidad.

El viejito me dijo que me lo había mostrado todo, a no ser que quisiera ver en el sótano una opción que hace más de veinte años dejó de ofrecer porque los clientes se asustaban siempre…
- ¿Más fuerte que lo que me mostró hasta ahora? No puedo creerlo…
- Por favor acompáñeme…
Abajo, una mitad del sótano era cálida. Estaba perfectamente iluminada y un coro celestial entonaba hermosas melodías. En la otra mitad reinaba la oscuridad, el frío y se escuchaban alaridos aterradores
- ¿Quiere usted ser Dios y el Diablo?

2 comentarios:

maqui dijo...

Me dejaste completamente sin palabras. No se si lo escribiste vos, pero es un excelente texto, un excelente final.
Te felicito, de verdad.
Me das tu mail ? :)

Marcelo dijo...

Sí, lo escribí yo. Muchas gracias, me alegro que tehaya gustado!
Te paso el mail: guiacafe22@gmail.com