sábado, 31 de mayo de 2008

Una noche más (III)


Capítulo IV: Mundo Bizarro

-Te quedaste mudo… ¿por qué no llegaste a tiempo?
- es que el auto…
- me estoy arrepintiendo de haberte llamado…La viste, ¿no?
- sí. Pensé que eras vos. ¿Eras vos? Notó que ambos habían comenzado a tutearse, y aún no se habían visto las caras.
- entonces te estaría llamando desde el infierno. No, no era yo. Pero era mi amiga. Podés encontrarme AHORA? La noche aún no terminó y necesito verte.
- OK, adonde?-en Mundo Bizarro, lo conocés?
- Obvio, en cuánto?
- Veamos si esta vez llegás. En veinte minutos, como antes.Y colgó sin darle tiempo a nada.

Desesperado, buscó en la guía telefónica “Mundo Bizarro”. No pudo asumir ante ella que no conocía el lugar. Guatemala al 4.800, Palermo.
-Si no me falla el auto…El Chevrolet se comportó como un cero kilómetro, y doce minutos después estaba en Guatemala y Jorge Luis Borges, pero…sólo encontró un local cerrado. Había apuntado la dirección en un papel: Guatemala 4.802. Ahí estaba, y nada. Otra vez se enojó, pero alcanzó a ver un pequeño cartel en la persiana baja: “nueva dirección: Serrano 1.222” Era cerca, arrancó como si le fuera la vida en ello y hacia allí fue. El olor a neumático quemado fue desapareciendo lentamente por la lluvia…

Eran las cinco y media y en el lugar aún había gente… Se acercó a la barra y pidió un Jack Daniels, y satisfecho por llegar a horario, esperó…Pidió otro. Le llamó la atención que con todo lo que había bebido no se sintiera ebrio. Pero no es para fiarse –pensó- todos los borrachos aseguran que no lo están…Ya eran las seis y se preguntó si no debía irse. Con un cigarrillo en la boca se acercó hasta la máquina por hacer algo, aunque se imaginó que no tendría ninguna canción que le gustase. Sin embargo por casualidad (¿o cosa de brujas?) encontró “Sunny”, cantada por Robert Mitchum. Su canción favorita por su cantor favorito. La puso y volvió a terminarse el segundo trago.Mientras canturreaba distraido la canción, una voz conocida a sus espaldas le murmuró:
- ¡por fin!No pudo creer lo que vio cuando se dio vuelta: una mujer de unos veintiocho o treinta años, alta, de cabellos y ojos oscuros… ¡preciosa! Le pareció que todo el bar dejó de hacer lo que estaba haciendo, para observarla a ella, y al tipo que saludó.
- Por favor, sentémonos en una mesa, quiero contarte algo…Aún con evidente pánico, no perdía la belleza ni la prestancia.En voz casi inaudible le soltó todo de una vez: ella y su amiga trabajaban en un lugar no muy decente, pero con una clientela que sí lo era: gente de dinero, gente de poder, gente de estado, gente de iglesia. Todos con ganas de jugar a juegos peligrosos. Y a la amiga se le ocurrió filmarlos en secreto.
Y luego se lo contó a ella. Ella comprendió lo arriesgado de la situación y buscó a alguien que pudiera ayudarlas. Encontró su nombre en la guía.
Pero antes los dueños del local descubrieron todo y su amiga se escondió en Barracas, por eso le pidió que fuera allí. Fue en vano, los tipos encontraron el lugar, la mataron y ahora la perseguían a ella.
Se relajaron al llegar a este punto. Pudieron mirarse a los ojos por un segundo sin miedo. Ambos tenían miedo, sólo que ella no sabía que él también lo sentía…Ella posó su mano en la mano de él, y se olvidaron del entorno. El Banco Nación se encontraba en Plutón...
-¡Qué escena más tierna!Eran los tres chicos azules, comandados por su cuñado.

Continuará… (5° y último capítulo)

Guatemala 4.802 (Palermo)

Pasaje Rivarola (San Nicolás)

2 comentarios:

Unknown dijo...

wow me encantó esta historia... voy leer el tomo II~
Gracias Marcelo

Marisa Vieira dijo...

Olá Marcelo!
retribuindo sua visita e aproveito para dizer que muito belo e criativo seu Blog, quanto a "28 de maio" sim é o diz que nasci!
Gracias!
BeijoPoesia*

Marisa Vieira